domingo, 14 de septiembre de 2008

¿Y ahora qué hacemos con el Parque Hotel?

TLC, Tifa, Mercosur...

Luego de una larga agonía del Mercosur, el presidente Tabaré Vázquez anunciará este jueves en Washington las bases del “nuevo relacionamiento” con EEUU, que buscaría un aumento sustancial del comercio bilateral y de las inversiones. “Uruguay no se va de ningún lado y no se limita a hacer los mejores acuerdos comerciales que pueda lograr con cualquiera de las naciones del mundo”, aclaró un portavoz presidencial. Pero ¿y si los socios no lo aceptan?

Rumbosur, 4/5/2006.
Fotografías del Archivo Nacional de la Imagen y de Andrés Cribari.

Vázquez habría ordenado revisar la normativa del Mercosur para que Uruguay pase de miembro pleno a miembro asociado de ese bloque. Según el enviado a Washington de Canal 10, el presidente le comentó que “el Mercosur quedó chico” para Uruguay, y que lo más conveniente sería convertirse en un Estado asociado al bloque como Chile, “socialista moderno y abierto al mundo”, en vez de permanecer atado a un bloque que ha traído “más problemas que soluciones”. Vázquez mencionó al respecto el conflicto con Argentina por las plantas de celulosa, la actitud prescindente de Brasil cuando uno de los socios bloquea el libre tránsito de personas y mercaderías, y las decisiones inconsultas de argentinos y brasileños en materia económica.

Vázquez hizo referencia al artículo 21 del Tratado de Asunción (constitutivo del Mercosur), que establece: “El Estado Parte que desee desvincularse del presente Tratado deberá comunicar esa intención a los demás Estados Partes de manera expresa y formal, efectuando dentro de los sesenta (60) días la entrega del documento de denuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República del Paraguay, que lo distribuirá a los demás Estados Partes”. Según lo que establece el artículo 20 del mismo tratado, Uruguay solicitaría la adhesión al bloque en calidad de asociado, que es el estatus que tienen actualmente Chile y Bolivia.

Pero los ministros de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, negaron que Uruguay vaya a cambiar su relación con el bloque. “No está en agenda”, aseguraron. El proceso no engloba sólo a Estados Unidos y México sino también al resto del mundo, precisaron fuentes del gobierno.

Un cambio en la relación con el Mercosur no se ha manejado dentro del Frente Amplio, aunque sus dirigentes reconocen que el Mercosur está viviendo un debilitamiento progresivo de las relaciones entre sus miembros, al que se suma la alianza que reafirmaron Argentina y Brasil, a las que se sumó el presidente venezolano, Hugo Chávez, cuando calificó de “bigamia” integrar el Mercosur y además suscribir acuerdos bilaterales con Estados Unidos.

En 1991, los uruguayos festejábamos que nos integraríamos a una región de 200 millones de habitantes, colegios y academias brindaban clases de portugués. El entusiasmo llegaba al tope cuando, unos años después, la potencialidad del Mercosur permitía incluso recuperar de su abandono al decadente Parque Hotel. Si ya no somos “la Bruselas del sur”, ¿qué hacemos con él?


Aquellos sueños

Hace 100 años, el 17 de mayo de 1906, la firma Luis Crodara y Cía. solicitó autorización a la Municipalidad de Montevideo para construir un edificio para sede del "Hotel - Teatro - Casino del Parque Urbano", en un área vecina a la playa del antiguo saladero de Ramírez. Los planos originales eran del arquitecto francés Pierre Lorenzi.

Es que, con la inauguración de la línea de Tranvía del Este que llegaba hasta el Balneario Playa Ramírez, 1871, había comenzado a desarrollarse uno de los balnearios más populares de Montevideo a fines del siglo XIX. En la Playa Ramírez se asentó el Establecimiento de Baños Públicos, que posteriormente incorporó servicios afines. En 1896 comenzó el proceso expropiatorio para conformar el Parque Urbano (hoy Parque Rodó), cuyos trabajos preparatorios comenzaron entre 1900 y 1902. Carlos Thays se hizo cargo de las obras, y fueron agregándose el lago artificial, el castillo e instalaciones recreativas.

La construcción del Parque Hotel estuvo a cargo de la empresa Crodara, con el arquitecto Guillermo West, y la inauguración tuvo lugar el 30 de diciembre de 1909, luego de una postergación que parece inherente al país. Porque la ceremonia estaba prevista para la Nochebuena de 1909, pero el retraso en la llegada del buque que transportaba las cocinas desde Alemania obligó a postergarla para el 30 de diciembre. La noche de la inauguración, las arañas francesas lucían en los enormes salones, los comedores, el magnífico hall, el salón de té, el de baile, y el Casino, mientras dos grandes orquestas contratadas en Buenos Aires amenizaban la reunión y luego el baile. Pero esa noche los llamativos artefactos eléctricos de las habitaciones no estaban funcionando, los ascensores sólo estarían en uso 10 días más tarde, y las calderas de calefacción no estarían prontas hasta abril.

Las peluquerías en la planta baja estaban totalmente montadas en dos sectores para damas y caballeros. En el subsuelo estaban los alojamientos para las niñeras y el personal de servicio que acompañaban a su patrones en el veraneo. También se contaba con dos canchas de tenis.

Hasta el Parque Urbano ya llegaban los novedosos tranvías eléctricos inaugurados tres años antes, y a las puertas del lujoso establecimiento brindaban sus servicios los primeros taxis.

De aquellas luces...

Desde sus primeros tiempos, el Parque Hotel fue centro importante de la vida social montevideana, con fiestas memorables en sus salones. En 1918 cantaron Gardel y Razzano, en 1938 se presentó la orquesta de Julio de Caro, y en los recordados carnavales actuaron allí famosas orquestas internacionales y rioplatenses, entre ellas Los Lecuona Cuban Boys.

El primero de diciembre de 1915, el municipio capitalino –siendo intendente Santiago Rivas– adquirió el edificio a la Sociedad Anónima Casino Parque Hotel en un millón cien mil pesos.

Entre sus más famosos residentes estuvo el aclamado poeta mexicano Amado Nervo, autor de 20 libros y llamado a dictar conferencias en todo el continente, quien llegó a hacerse cargo de la embajada de su país y falleció pocos días después, el 24 de mayo de 1919, en la habitación número 42. Quien le acompañó allí sus últimas horas fue el poeta Juan Zorrilla de San Martín. Su hijo, el escultor José Luis Zorrilla de San Martín, realizó una mascarilla mortuoria de Nervo. Los honores tributados a Nervo, en su muerte y exequias, son siempre recordadas por los mexicanos: ante el féretro, guardias diplomáticas, oficiales, estudiantiles, organizaciones populares, luego honores militares, discursos y ofrendas florales; su cadáver fue llevado a México 100 días después en un crucero uruguayo, y Uruguay obsequió el sarcófago que está en la Rotonda de los Hombres Ilustres de la capital. Eran otros tiempos.

Hubo también ilustres visitantes que declinaron la invitación oficial a alojarse en sus instalaciones, como Albert Einstein cuando viajó a Uruguay en 1925. Precisamente, Einstein se entrevistó entonces con el filósofo Carlos Vaz Ferreira. Y, a la vuelta de los años, Vaz Ferreira fue homenajeado con un banquete el 13 de octubre del 52 en el Parque Hotel, al cumplir 80 años de vida.

...al derrumbe

La crisis económica, el surgimiento de otras atracciones turísticas, el cambio en las costumbres, fueron sumiendo al Parque Hotel en un declive prolongado. También la crisis política hizo su aparición en el edificio: el 15 de noviembre de 1971, varios integrantes del MLN vistiendo uniformes policiales penetraron por una puerta lateral en el casino del Parque Hotel, y se llevaron casi 50.000 dólares.

El declive continuaba, y al edificio vino a parar el Departamento de Actividades Productivas y Comerciales de la Intendencia. Allí estaban las oficinas de la banda, el Planetario, el zoológico, los casinos. Quizá por su mismo deterioro, el edificio fue declarado Monumento Histórico el 16 de diciembre de 1975.

Ya hacía mucho tiempo que no era un atractivo turístico cuando a mediados de 1983 tuvieron lugar en el Parque Hotel las primeras negociaciones de los partidos políticos con los militares, tentando una salida negociada a la dictadura.

La declinación del edificio continuó, y durante varios años estuvo ocupado por una extraña mezcla de oficinas, habitaciones privadas de uso indescifrable a precio desconocido... “Yo iba a una oficina que funcionaba allí, y de pronto se sentía olor a shampoo, oía cómo un huésped se bañaba y pasaba cantando por el pasillo, con la ropa colgando del cuello”, recuerda alguien que debía concurrir por razones de trabajo en los 90.


¿Y ahora?

La creación del Mercosur y la designación de Montevideo como capital del acuerdo regional permitieron dar al Parque Hotel un destino acorde a su jerarquía, aunque para ello debió esperarse varios años para recuperar y luego restaurar las instalaciones, hasta su inauguración en diciembre de 1997.

La Intendencia Municipal de Montevideo cedió el edificio por 20 años, y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas se hizo cargo de su restauración y remodelación.

Si el Mercosur “ya fue”, ¿qué hacemos con el Parque Hotel?


***

Las palabras

El edificio integra el imaginario uruguayo por derecho propio. Incluso Juan Carlos Onetti lo incluye en su cuento “El infierno tan temido”:

“Ya se habían olvidado en Montevideo de la medianoche. Las luces del lado de Ramírez comenzaban a ralear y ya estarían las parejas del baile en el Parque Hotel yendo y viniendo de la arena, cuando empezó de veras el año nuevo. Algún tamboril de negro volvió a sonar, profundo, solitario, no vencido, en las proximidades del cuartel, e hizo confusas las palabras”.


Detalles

La construcción se basa en un sistema mixto de muros portantes y pilares de hierro y vigas del mismo material, desde el nivel del subsuelo hasta el nivel de la planta baja. Las fundaciones son muros continuos de piedra ahogada de arena y cal, con espesores promedio de ochenta a cien centímetros, con la presencia permanentes de aguas de napas freáticas, que obliga a la existencia de pozos con bombas sumergidas, para su desagüe.

A partir de los techos de la planta baja el sistema es de muros portantes.

Los planos horizontales de cerramiento (entrepisos y techos) están construidos con un sistema de viguetas de hierro y bovedillas de dos ladrillos en V. Estas viguetas descansan en general en un muro maestro y en vigas de perfilería de hierro de dimensiones variables.

Los cielorrasos eran originalmente de metal desplegado y morteros de cal y yeso, pero la mayoría fueron sustituidos por cielorrasos de baldosas acústicas. Los salones de Planta Baja están dotados de un sobretecho de fibrocemento, a través de chapas acanaladas, y los salones que componen el casino propiamente dicho tienen una cubierta superior de aluminio a cuatro aguas.

La “sala de nácar” –la última ampliación que se realizó, aproximadamente en 1960– tiene techos de hormigón armado. Los salones comedor y de fiestas poseen cada uno una capacidad superior a 500 personas sentadas.