Tengo la máquina llena de artículos publicados en los últimos años, otros guardados en papel, y me gustaría recuperar algunos que recuerdo desde que escribí mis dos primeras notas en el semanario Reporter, cursando primero del liceo en Lascano, a los 11 años.
Sobre todo esas dos, porque sé que deben ser para reírse hasta el desmayo. Tal vez por ser un pésimo jugador de básketbol, la directora de Reporter (María del Carmen Escudero, que firmaba sus sonetos como Nemrac) me encargó para el primer número la crónica de un partido que yo mismo jugué por aproximadamente cinco minutos, para desesperación del técnico. No sé qué puedo haber escrito.
Y menos sé qué puedo haber escrito en ese mismo número sobre el congreso anual de la Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias, Fenacoa, presidida por el doctor Eduardo J. Corso. Sólo recuerdo un par de detalles. El primero, que yo no tenía un bolck como el de Clark Kent, sino un cuaderno que llené de apuntes a birome. Finalizada la oratoria, con la birome apretada entre los dientes (gesto que me parecía el adecuado para un periodista de mi empuje), me despedí del veterano director-propietario del otro semanario del pueblo, El Lascanense, el circunspecto don Tolentino Silvera, con un confianzudo “Chau, colega”. Don Tolentino usaba corbata de moñita, y creo que se le desplazó cuando tragó saliva sin responderme. Entendí que me odiaba porque yo personificaba a la competencia feroz de un medio ágil y moderno que cambiaría la historia del periodismo local. Pero ese fue el único número de Reporter, y en él quedó registrado el otro recuerdo de mi debut.
Como no tenía máquina de escribir, debí pasar la nota a mano y a lapicera. Pero el infame tipógrafo que compuso aquella pieza histórica no me entendió la letra y, en lugar de FENACOA, como lo escribí, me hizo decir FENALDA. Justamente indignado como estaba, no hubo un habitante de Lascano (comenzando por mis compañeros de primero del liceo) a quien no haya intentado relatarle el incidente, en espera de su comprensión. Nadie se solidarizó conmigo, debo decirlo. Es más, tuve la sensación de que a nadie le interesaba mi lucha contra la incomprensión de los tipógrafos. Creo que ese único número no tuvo más de 10 lectores.
No aprendí de tan amarga experiencia y, a la vuelta de los años, he andado más o menos por estos medios:
- 1967 a 1973, colaborador en publicaciones políticas y sindicales: El Sol, Izquierda, El Oriental.
- 1978 a 1981, secretario de redacción y diagramador de la revista de la Asociación de Medicina de Veterinaria. Diagramador de libros de texto de Editorial Técnica y de imprenta Palabras Gratas.
- 1980 a 1984, colaborador con notas e ilustraciones en publicaciones de humorismo político como El Dedo, Guambia, El Bote, El Carlanco, o el semanario Somos Idea con guiones de Carlos Di Lorenzo, Licenciado Dilo. Tiempos de temas prohibidos y palabras peligrosas, cualquier cosa servía para decir algo.
- 1984, encargado de la página y el suplemento de información sindical del diario Tiempo de Cambio. Lujo de amigos, los directores eran Ernesto de los Campos y Enrique Alonso Fernández.
- 1985 a 1990, secretario de redacción del semanario Alternativa. Lujo de amigos, los directores fueron Ernesto de los Campos y Aldo Guerrini.
- 1985 a junio de 1991, cronista de información nacional en La República, posteriormente jefe del equipo de redacción matutina y por último jefe de cierre (una especie de secretaría de redacción para apagar incendios cuando el diario entraba en máquinas). Notas para el suplemento Exclusiva.
Allí, vaya a saber por qué, nunca nos daban carné de periodista.
- 23 al 25 de septiembre de 1987, seminario Mercado de Trabajo en el Uruguay, organizado por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), apoyado por el Prealc-Pnud.
- Junio de 1991 a diciembre de 1992, cronista de política, Parlamento y Casa de Gobierno en La Mañana. Notas para el suplemento Femenino/Masculino. Doctor Salvador Alabán Demare y amigos, buena gente. Vaciaron a la empresa Seusa, formaron chiquicientas colaterales (una era la dueña de las marcas La Mañana y El Diario, otra/s era/n la/s dueña/s de las máquinas, otra era la dueña del local que abrieron subrepticiamente... Nos fueron echando después de haber vaciado a Seusa. En el Ministerio de Trabajo reconocieron las deudas laborales y con el Banco de Previsión Social, como unos caballeros. “Ah, muy bien”, dijo la funcionaria. “¿Qué fórmula de pago proponen, entonces”. “No, no. Que hagan juicio”, dijo el muy caballero. Y, como debían cientos de millones de dólares al Banco República por años y años de créditos sobre créditos que jamás habían pagado, ni valía la pena iniciar un juicio. Salud, doctor Salvador Alabán Demare y amigos.
- 1992 y 1993, secretario de redacción del Informe anual sobre el estado de los Derechos Humanos del Servicio Paz y Justicia.
- Enero y febrero de 1993, cronista de información nacional en Últimas Noticias. Flor de compañeros. Pero ya el 1 de febrero ingresé a En Perspectiva, así que al mes debí renunciar.
- Marzo de 1993, publicación del libro El Uruguay impactado. Investigación periodística sobre nosotros y el medio ambiente (editorial Fin de Siglo), en coautoría con José Pedro Díaz y Hugo Machín.
- Octubre de 1993, a propósito de El Uruguay impactado..., intervención en el Foro sobre Ambiente y Desarrollo organizado por la Fundación Konrad Adenauer y el Claeh, publicada en el libro Condiciones para un mañana digno editado por esa Fundación.
- Febrero de 1993 a junio de 1996, redacción del informativo de apertura del programa En Perspectiva, conducido por Emiliano Cotelo en radio El Espectador, producción de la entrevista central y jefe de producción del programa.
- Marzo de 1993 a septiembre de 2004, responsable de La semana En Perspectiva. Guión, conducción, locución y ambientación musical del compendio y actualización de notas emitidas de lunes a viernes.
- Simultáneamente, coordinador de Espectador.com, primera radio uruguaya en Internet, desde su surgimiento (un año después de que Leonardo Setaro creara el primer sitio web uruguayo, y una semana antes que la BBC de Londres). Espectador.com trajo otra derivación pionera: para la cobertura de las siguiente elecciones, Freddy Navarro, veterano fotógrafo de prensa, se transformó en el primer “fotógrafo de radio” del Uruguay. Más de una década después, sus colegas siguen bromeando con aquella insólita función que cumplió.
El 23 de noviembre de 2000, UruguayTotal otorgó a Espectador.com una de sus distinciones La Web del Año (creo que fue el único año en que concedió esas distinciones). En la foto, Emiliano Cotelo agradece el premio. Lo miramos los tres que hacíamos el sitio: Julieta Sokolowicz, Carlina López y yo.
Con la diversificación del sitio (que pasó a incluir toda la programación de la radio), desde octubre de 2000 hasta noviembre de 2004, responsable de los contenidos de En Perspectiva.
- Diciembre de 1993, redacción de reseñas históricas, geográficas y culturales para la Guía Turística Satius.
- 1994, invitado a exponer sobre Periodismo en Internet en la Facultad de Comunicación y Diseño de la Universidad ORT.
- Diciembre de 2004 a mayo de 2005, redacción del informativo de apertura (07.15 y 08.30) y jefe de producción de Tiempo Presente, Concierto FM – Independencia, conducido por Jorge Traverso.
- Mayo a diciembre de 2005, producción de la entrevista central de Tiempo Presente.
- Junio de 2005 a julio de 2006, selección, redacción y edición de notas sobre ciencia y tecnología para el portal en Internet El futuro importa, auspiciado por Zonamérica.
- Junio de 2005, elaboración de reseñas históricas y geográficas en Tiempo Presente, para un ciclo de micros publicitarios de Yerba Canarias.
- Marzo de 2006, preparación de la salida de la revista semanal Rumbosur. Coeditor desde el primer número (6 de abril de 2006), y editor desde el número 16 (27/07/2006) al 38 (febrero 2007).
- Desde marzo de 2007, coordinador periodístico del portal de la ONG ecoUruguay.
- 27 al 30 de septiembre de 2007, seminario Medio Ambiente, Comunicación Social y Acceso a la Información, dictado en la Universidad Católica por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma.
- 12 y 13 de octubre de 2007, VIH/Sida en el contexto de los medios de comunicación, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y Foundation Press.
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Así las cosas, mi hija Mariana me avisó hoy que el bebé que espera para marzo es varón y se llamará Juan Manuel.
Es hora de ir poniendo un poco de orden en bits y papeles, pues, que este archivo es un relajo.
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Hasta ahí llegaba lo más presentable de mi currículum el día en que armé este blog. Pero, como la vida sigue...
- Allá por septiembre de 2007, escuchando Babel FM, me enteré del Primer concurso nacional de cuentos breves por SMS, TCQ, “Te cuento que” (con un límite de 160 caracteres contando espacios), organizado por el programa Sopa de Letras de Radio Uruguay (Sodre). Miré al techo, dejé volar mis alados dedos sobre el teclado del celular, escribí siete u ocho y... ¡pasé directo al Parnaso: me seleccionaron entre los 100 que recogerá un libro algún día! Fue el primer certamen de esas características, y se presentaron 41.642 microcuentos. Y aseguro que el seleccionado para el libro era el peor. Lástima que no tenía tiempo de escribir una novela, porque no me hubieran venido mal el Nobel y/o el Cervantes.
Mi magna obra era la siguiente:
Aunque el límite era de 160 caracteres, preferí dejarlo en 140 para no caer en el barroquismo de Carpentier.Eclipse de luna llena. Nadie en las ventanas; todos miran televisión. Mañana lo verán en el informativo, cinco segundos. “Qué lindo”, dirán.
Y bien, en diciembre recibí de manos de Tomás de Mattos, Carlos Liscano y Mario Delgado Aparain, como integrantes del jurado, de la entonces presidenta de Antel, María Simón, y de Jorge Caffaro como presidente de la Cooperativa Bancaria (que auspiciaban el concurso), en presencia de Sergio Sacomani como director de Radiodifusión Nacional, un diploma que me acredita como laureado literato compatriota.
Lo cierto es que aquello se prestaba para que, en pueblo chico, terminara en escandalete. Parecía de una desprolijidad total, e incluso envié un mail renunciando. Para empezar, cuando envié los cuentos no sabía quiénes convocaban al concurso ni quiénes integraban el jurado. Por suerte no tenía la menor relación con De Mattos, Liscano ni Helena Corbellini (otra integrante del jurado), pero con el Negro Delgado éramos amigos aunque hacía tiempo que no nos veíamos. Además, resultó ser que Pablito Silva, uno de los conductores de Sopa de Letras, había sido 17 años atrás compañero de trabajo en Alternativa. Y el presidente de la Cooperativa Bancaria, vecino de mi edificio.
Para qué regalarles un lío a todos, etcétera, pero Alfredo Fonticelli (el otro conductor de Sopa de Letras) me mandó a freír espárragos. Y ahí está mi diploma.
Como si fuera poco, el llamado a concurso fue en septiembre u octubre, mandé los cuentitos y me olvidé. Pero en noviembre me llamó Sacomani, director de Radiodifusión Nacional (que convocaba al concurso), para que me hiciera cargo del sitio en Internet de las radios del Sodre. Así que:
1) Cuando fui a recibir el diploma ya estaba trabajando en Radiodifusión Nacional, bajo la jefatura de Sacomani y tenía como compañeros de trabajo al equipo de Sopa de Letras. Y
2), como propuse y Sacomani me aceptó reformular todo el sitio, tengo que agregar otro ítem al currículum:
- Noviembre de 2007, encargado del sitio en Internet del Sodre.